Biónica: el arte de copiar a la naturaleza
Existe una ciencia (¿Arte?), que examina sistemáticamente las posible transposiciones de mecanismos naturales y procesos biológicos a la tecnología humana.
La voz biónica es una abreviatura o apócope de biología y de electrónica. Según esto, es un capítulo de la bioingeniería, nombre para la disciplina que trata de la utilidad tecnológica artificial de los resultados obtenidos por la evolución biológica natural. En la práctica la biónica se ha extendido a temas mecánicos como prótesis, etc. Tiene un amplio campo en común con la Inteligencia Artificial.
Esta ciencia o arte procede por analogías directas. Leonardo da Vinci practicó ya en su tiempo, con desigual éxito. Pensemos en su máquina volante (ornitóptero) equipada con alas concebidas como alas de pájaro. De esta manera nació Batman, basado en los diseños del ornitóptero de Leonardo Da Vinci
Todo el mundo conoce por ejemplo el Velcro inspirado en la planta de la bardana, pequeño cardo que se engancha en la ropa. Se conoce menos la semilla de arce, flanqueada por una larga pala que sirvió de modelo para una hélice de avión; la pata de la salamanquesa -pequeño lagarto- que sugirió el dibujo de un nuevo neumático para nieve o el ojo humano y su párpado que imitan los estores autolimpiantes de algunos rascacielos de Nueva York.
Para resolver el problema del espacio arquitectónico y de la red de carreteras, geómetras y constructores se inspiran en el comportamiento de las pompas de jabón, esferas de efímeras membranas capaces de encerrar un volumen máximo en un mínimo de materia.
En general, la tarea de la biónica es el análisis de las estructuras y de los procesos biológicos y de su síntesis técnica en construcciones basadas en la electrónica y mecánica, que en buena parte se dejan para el futuro, por su dificultad con los avances actuales. La idea básica de la biónica parte de suponer la validez de la evolución, la coevolución y la autoorganización en biología. Las técnicas de la vida están optimizadas para los nichos existentes y forman un conjunto coherente, donde cada parte juega su papel. Muchas veces los sistemas complejos se autoorganizan, otras veces fallan. En la vida los procesos que no se autoorganizan eficientemente suelen ser podados por la selección natural. Con esto se logran soluciones resultantes de combinaciones de mecanismos múltiples, que le sirven de inspiración al ingeniero.
El típico ingeniero está educado para construir dispositivos con un solo objetivo, eliminando lo "inútil", para no confundirse en su tarea. No suele pensar que ese dispositivo, ya hecho, pueda servir para otra cosa, con lo cual para la otra cosa comienza desde el principio con un artefacto satisfactorio y adapa todo a su meta práctica. En cambio la vida, con tantas generaciones por delante, aprovecha tarde o temprano los mecanismos "inútiles" para una nueva actividad, aunque útiles para otras, o bien obsoletas por tratarse de soluciones ya superadas por cambios en el nicho. Son dos maneras de encarar la ingeniería muy diferentes entre ellas. Algunos diseños y soluciones basados en sistemas integrados, hallados por la vida, pueden ser excepcionalmente útiles aplicadas a los problemas prácticos.
Los sistemas biónicos se dividen en dos tipos:
sintético - analógicos (ejemplos, el radar inspirado por los principios de la orientación usando el eco, de los murciélagos; la luz fría o bioluminiscencia, de los peces marinos; el diseño de estructuras de gran resistencia mecánica análogas a las redes, de los arácnidos; el seguimiento de la luz solar en forma análoga a la usada por los girasoles; la bioingeniería de las proteínas (nuevas caseínas): la fotosíntesis vegetal en probetas)
sintético - compuestos, que combinan partes técnicas con partes vivas (ejemplos: neuronas que por cultivo de tejidos crezcan en placas electrónicas que pueden ser de silicio, marcapasos, un conductor humano conduciendo un automóvil, un humano interactuando con internet a través de un artefacto informático, un miope usando anteojos o vidrios de contacto, otras prótesis, un cocodrilo tragando piedras para sumergirse mejor, una ciudad -artificial- y su ecosistema -natural)